En KVC, construir no es solo levantar muros. Es perpetuar un legado.
Cada casa que diseñamos nace de una historia real: la de Jávea, su tierra, sus materiales, su luz, y la de quienes la habitan desde generaciones.
Nuestra historia comienza aquí, en esta misma costa, hace más de dos siglos. Tomás, uno de nuestros fundadores, es la tercera generación de una familia de constructores profundamente arraigados a Jávea.
Su familia ha dejado huella en esta tierra, como la piedra tallada a mano que aún se encuentra en las casas tradicionales del Montgó.
No los elegimos por estética, sino porque transmiten verdad, permanencia y respeto por el entorno. Son memoria viva de esta región.
Aquí no se construye de cualquier manera. Se construye con orientación, cuidando del viento, de la luz, del paisaje.
Se construye con la sensibilidad de quien conoce su tierra, su clima, su ritmo.
Nuestras casas no siguen modas. Siguen su propia identidad.
Hoy, muchas de las villas más emblemáticas de Jávea llevan la firma de KVC.
Son residencias con carácter: únicas, atemporales, profundamente ligadas al alma mediterránea y concebidas para dejar huella.
Porque el verdadero lujo no está solo en lo que se ve,
sino en lo que perdura.
Y lo que perdura, es siempre lo que nace del alma.
Laura G. Sancho
Administración y Atención al Cliente
Laura García Sancho
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